Siempre he tenido bastante fe en la ayuda psicológica y nunca he tenido problema en pedir ayuda o, sin necesitarlo, he tenido la mente abierta para contar con profesionales para ayudarme a desarrollarme personalmente. Pero después de varios intentos, estando en una situación muy oscura y a modo de intentarlo por última vez, encontré a Hernán. No solo me sacó del pozo en el que estaba metida, sino que ha conseguido sacar lo mejor de mí en un momento en el que todas mis aspiraciones, ilusiones y motivaciones habían desaparecido y por tanto, tenía que reinventarme de cero. Ha sabido cuando poder exigirme cuando me ha visto mejor y cuando darme tiempo e incluso animarme a no castigarme para aprender también a saber que es estar mal.
leer más... He aprendido con él la diferencia entre una mala racha y estar mal, que es la actitud y las ganas de superación. Y es gracias a él, por lo que he aprendido esa diferencia y a asumir malas rachas, haciéndolo sin quitarme mérito en el proceso de querer seguir adelante, dejando atrás todos los prejuicios y por encima de todo, sintiéndome orgullosa en cada paso que doy porque la decisión del cambio es personal. Y lo que es mejor, me ha hecho estar orgullosa de saber estabilizarme y estar tranquila cuando estoy mal y no soy productiva. En definitiva, para mi Hernán supone un punto de inflexión en mi vida por el momento en el que llegó y como supo gestionarlo, sacando lo máximo que yo podía dar en cada momento, y no me cabe duda, que tenemos aún un largo recorrido por delante y me siento encantada y entusiasmada por el camino que he elegido.